EL Libro de la selva
Existe una antigua leyenda india en la que se cuenta que un niño
fue amamantado y criado por una familia de lobos. Negrita, una pantera, lo
encontró un buen día envuelto en unos viejos pañales y lo llevó a la madriguera
de los lobos.
-Señora Luba, como usted acaba de tener cachorrillos podrá criar a este
cachorro de hombre que me he encontrado en la selva, ¿verdad que sí?
La familia lobuna estuvo de acuerdo y con ellos se quedó; Bien es
verdad que Negrita vigilaba de que a Mowgli, como llamaban al niño, no le
ocurriera nada malo. Así pasaban los años, el cachorro de hombre tenía ya diez,
y era un chicarrón fuerte y listo.
-Negrita, vamos a jugar como todos los días ¿Quieres?
-Pues claro Mowgli, móntate sobre mis espaldas, hoy vamos a dar
un paseo muy largo...............
El largo paseo que pensaba dar negrita, era llevar al niño al poblado
de hombres más cercano que estaba situado a la orilla de un río, fuera de la
selva, muchos kilómetros más al sur. Había llegado a la conclusión de que el
niño ya no podía vivir por más tiempo en la madriguera de los lobos y muy a su
pesar, mamá loba, tuvo que reconocer, que era lo mejor para Mowgli, llevan
varias horas andando.
-¡Jo, negrita!, hoy dura mucho el paseo, ¿Cuándo llegamos? Estoy
muy cansado...........
Negrita explicó a Mowgli a dónde se dirigían.
-Pues, yo no quiero ir, yo quiero quedarme en la selva con los lobos y
contigo.
-Pero Mowgli, piensa, ya no puedes estar más tiempo.......
-Pues yo no voy, ya está...
De un salto se bajó de Negrita y a todo correr se internó en la selva.
Anduvo perdido mucho tiempo. En una ocasión, una gran serpiente
le paró a mitad del camino, y con su mirada hipnótica, ya había inmovilizado al
pequeño.....Iba a engullirle cuando se presentó negrita, que había seguido el
rastro de Mowgli.
-¡Asquerosa serpiente! ¡Suéltale ahora mismo!
Y dando un zarpazo a la serpiente en su cabezota, ésta soltó su presa
al tiempo que se alejó refunfuñando.....
-¿Qué ha pasado Negrita?
-¿Qué ha pasado? Pues que la serpiente te había dormido y ya iba a
engullirte.....Menos mal que he llegado a tiempo, que sino.......Anda, vamos a
subirnos a ese árbol para dormir un poco, que se ha hecho tarde.
-Bueno, pero yo no quiero ir al poblado de hombres........
-Cállate y duerme....Ya hablaremos mañana de eso....
Pasaron la noche en la copa del árbol, y a la mañana siguiente.......
-¡Ei, hop, ei, Aro!, ¡Ei, hop, ei, Aro!, ¡Ei, hop, ei, Aro!
Pelotón…..¡Altoooooo! ¡A ver esas filas, marcar bien el paso!
Un elefantito chiquitín que iba en la cola de la formación
agarrado con la trompita a la cola de su mamá, se puso a jugar con Mowgli, que
había descendido del árbol.
-¡Esa cola, silenciooooo! ¿Es que no saben que en la formación no se
habla? ¡A callar!......¡De frente....! ¡Ei, hop, ei, Aro!, ¡Ei, hop, ei, Aro!, ¡Ei, hop, ei,
Aro!
Los elefantes se alejaron desfilando y marcando el paso, lo que
aprovechó Mowgli para
escapar, negrita corrió tras él,.... tan alocadamente corría que
al rodear una piedra.............
-¿Pero qué es esto? Anda....., si es el cachorrillo de hombre, ¿qué
haces tú por aquí?
A la carrera se acercó negrita.......
-Hola Baloo, oso bobo......¿no ves por donde vas? Casi atropellas a
Mowgli.......
-Pero si es él, quien me ha atropellado a mi......casi me sienta de
culo......Oye, oye....oye, y ¿a dónde ibas tú tan deprisa, pequeñajo?
-Quería escaparme de negrita, que quiere llevarme al poblado de los
hombres y yo no quiero ir......
-Pues te quedarás conmigo, ya está, yo te enseñaré todo lo que debe
saber un buen oso para vivir en la selva.
Cualquier cosa le parecía bien a Mowgli con tal de no ir al poblado,
así que aceptó a pesar de las protestas de Negrita.
-Eso, eso...¡Viva! Negrita qué pesada eres.......
Negrita se alejó, aunque no mucho de los nuevos amigos......
-Si quieres coger un coco, das un culetazo así a la palmera y....ves,
para abrirlo no tienes más que darle fuerte contra tú cabeza......así.
Mowgli trató de imitar a Baloo pero.......
-¡Ay! joooo, que duro está....mira que chichón me ha salido.
-Trae, trae, yo lo partiré....¿ves? ya está, luego si quieres levantas
una piedra como esta y ¿ves?, debajo hay hormigas, están más ricas........
-¡Qué asco! Yo no quiero hormigas, pican y hacen cosquillas, además
huelen mal.
-Si te pican te rascas contra el tronco de un árbol, mira, mira como
hago yo, ¿ves?
-Ya, pero.....como yo no tengo tu piel, me despellejaría. Estoy
empezando a darme cuenta de que eres un oso bobalicón Baloo.
-Bueno es que....jajaja.....sí......jajaja....claro....tienes razón....
Negrita, que seguía de cerca las andanzas de Mowgli, rezongaba:
-Pues sí que le vas a enseñar bien, no me alejaré mucho por si acaso.
-Oye he tenido una idea......vamos a bañarnos...
-Pero si yo no sé nadar...
-No importa yo me tumbo panza arriba, así, ¿ves? Anda, salta sobre mi
barriguita, ¿jajaja eso es, jajaja qué divertido!
Los dos amigos lo pasaban en grande, chapoteaban, jugaban con el agua,
se hacían mil diabluras y eran felices.
-".....Qué bien se vive en la selva, puedo nadar y jugar, y hacer
cosquillas al oso que muy cariñoso se pone a bailar....."
-Que cachorrillo más majo......no...¡cosquillas no!¡cosquillas no!
-"...No quiero irme al poblado, siempre he vivido yo aquí, es más
bonita esta vida, buscar mi comida, jugar y reír".
Así, cantando y jugando, se dejaban arrastrar por la corriente hasta
que llegaron a un remanso donde quedaron varados en la arena de la orilla. Lo
que ellos no sabían era que el terrible tigre Tigerkan, un enorme tigre de
bengala, devorador de hombres, hacia rato que los seguía por la orilla, este
tigre tenía animadversión hacia Mowgli, y había jurado devorarlo, sólo esperaba
una oportunidad. Tumbados en la arena, se quedaron dormidos, al cabo de un
tiempo Mowgli despertó.
-¡Ascuas! ¿Quiénes sois vosotros?
-Somos una colonia de buitres y estamos tristes porque nadie nos
quiere, ¿quieres ser tú nuestro amigo?
-Pues claro que quiero, a mí me gusta ser amigo de todos los animales
de la selva.
Los buitres se pusieron muy contentos y jugaron con Mowgli al corro y a
mil juegos más, estaban tan distraídos, cuando de repente......
-¡Jo, tigre! ¡Qué susto me has dado!
-Vaya, vaya, al fin te encuentro, ¡y que no tenía yo pocas ganas de
pescarte.......!
-Pues habrás de saber que no te tengo miedo...
-¡Que no tienes miedo del gran Tigerkan....! ¡Imposible!
-Pues es verdad, no te tengo miedo.
El devorador de la selva, abrió sus enormes fauces dejando
ver sus afilados colmillos al tiempo que con sus aceradas uñas, hacía profundos
surcos en el tronco de un árbol.
-Pues has de saber que voy a devorarte. Sin embargo para divertirme un
poco más contaré hasta diez.
Y tapándose los ojos, como hacen los niños cuando juegan al escondite,
empezó a contar.....uno...dos...tres....Mowgli aprovechó este tiempo para despertar
a Baloo.
-¡Baloo, Baloo!
-¿Qué, qué.....qué.....qué pasa?
-El tigre......Baloo.........
-Este animal no deja a nadie en paz.
-......9....y 10. Ahora verás.....¡Uahhhhhhhhh!
Se volvió y se dio de bruces con el oso que tras su corpachón, escondía
al pequeño Mowgli. Entablaron feroz combate; Los buitres tomaron partido por
Baloo, quien no obstante su valentía, pronto se vió, fuera de combate por la
fuerza y astucia del tigre, no obstante éste quedó aturdido por un golpe que le
propinó Mowgli en el morro. Durante la pelea, el cielo se fue encapotando y no
tardó en aparecer el rayo seguido del estruendo de los truenos. Un rayo
precisamente, prendió fuego a un frondoso árbol. El jefe de los buitres dijo a
Mowgli:
-Aprovecha la ocasión, Mowgli, pues el fuego es lo único que los tigres
temen, coge una rama ardiendo y átasela a la cola, nosotros le distraeremos.
El malvado tigre Kan estaba recobrando la conciencia. Mowgli cogió una
rama ardiendo y se acercó al tigre que trataba de librarse de los picotazos y aletazos
que le propinaban los buitres, y rápidamente se la ató a la cola.
-Ya está, soltadle.
Cuando el tigre se vió con las ascuas chisporroteándole en la cola,
emprendió una veloz carrera y nunca más se le volvió a ver por aquel lado de la
selva. En ese momento apareció Negrita que se acercó a Baloo que estaba caído.
-¿Así es como ibas a cuidar a Mowgli, eh?
-A buenas horas vienes, si llego a esperar tu ayuda, estoy fresco......
-Comprenderás ahora que tenía yo razón cuando decía que el niño tenía
que estar con los suyos, los hombres en el poblado.
-Tienes razón, me cuesta reconocerlo, pero ahora veo que tienes razón.
Y sin decir nada a Mowgli, de hacia donde se dirigían, se encaminaron
al poblado que no estaba lejos, cuando iban a llegar, vieron a una niña que
estaba en el río llenando un cantarito de agua.
-Anda, ¿y tú quien eres que no te he visto nunca?
-Me llamo Nenúfar, y soy una niña, ¿es que no has visto nunca a una
niña?
-Pues no, ¿ y qué haces aquí?
-¡Anda! Que pregunta más tonta, ¿no lo ves? Llenando un cántaro de
agua.
-¿Me dejas que te ayude?
-Pues claro, ven y conocerás a mis hermanos.
Y así charlando, charlando, Mowgli se adentró en el poblado, mientras,
Negrita y Baloo se miraron entre ellos y se guiñaron un ojo, como diciendo
"misión cumplida", y despacito, despacito, se internaron en la selva,
dejando a Mowgli entre sus compañeros de raza, que era donde debía estar.
FIN